jueves, 15 de agosto de 2013

Capitulo 6: No me quiero confundir

-No me quiero confundir-


-Luna, por favor llama a Rita, que venga - Estaba totalmente atareada, la presentación del nuevo auto seria el viernes.

-Deberías calmarte un poco Hermione, esta casi todo listo- escuche la voz de mi asistente al otro lado del intercomunicador.

-Ese es el punto Luna, CASI, aun falta por hacer… ¿Ya llamaste a Rita?- Volví a preguntar un poco histérica.

-Estoy en ello, jefa- La comunicación se cortó. Me recosté en el asiento ejecutivo y mire a Ronald que se encontraba sentado en el sillón de la oficina con una gran carpeta en sus manos; yo no era la única que tenia trabajo aquella semana, Ron como mi jefe de seguridad debía organizar todo lo referente a su cargo en el evento. La carpeta azul que tenía contenía las fotografías, nombres y descripción  de cada uno de los invitados.

-¿Crees que puedas memorizarla para el viernes?- Levanto la cabeza mirándome fijamente.

-Si, las imágenes de cada uno de ellos ayudara bastante en mi trabajo, además tendremos la lista de invitados- Asentí no muy segura de todo aquello; no se lo había querido decir, pero me aterraba la idea de que alguien intentara llegar a mi en el evento, iba a haber mucha gente, si alguien quisiera hacerme daño ese seria el momento – Hermione, deja de preocuparte por favor-

-No me preocupo, se que ya tienes todo controlado- Mentí

-Hermione, Rita esta entrando- Escuche a Luna.

La puerta de mi despacho se abrió, y Rita Skeeter entro con uno de sus típicos asqueroso conjuntos.

-¿Qué necesitas de mi Granger?- pregunto secamente, sin miramientos.

-Quiero saber si ya esta lista toda la publicidad- Rita se sentó sin esperar una invitación.

-Si querida, lo que viste ayer es la maqueta final de la publicidad, solo falta que la apruebes, y el viernes a la hora indicada saldrá al aire la primera cuña televisiva-

-¿Y la rueda de prensa, los carteles para las calles, la radio y periódicos?-

-eso también está hecho, aunque me hiciste prácticamente correr en ésta semana y media, he hecho un gran trabajo- Rita había inflado su ego a la máxima expresión, sin embargo eso era bastante normal en ella.

-Rita, para lo que te estoy pagando, ya estas lenta. En fin, mañana por la mañana, nos presentaras a Snape y a mi el resultado final de todo, prensa, televisión, pósters, radio, absolutamente todos los medios de difusión que usaremos- Aquello lo dije sin mirarla a la cara, era una forma de darle a entender su lugar. Odiaba hacer aquello, establecer mi posición sobre un empleado de manera déspota no era mi técnica, eso se lo dejaba a Snape, pero con Skeeter las cosas tenían que ser así.

-como gustes, ¿ya me puedo retirar?- Yo asentí aun sin mirarla. Rita se levanto de la silla y se encamino a la puerta, pero antes de salir se volteo y miro a Ron.

-Weasley, no se si Granger te lo  ha dicho, pero hoy te ves… muy atractivo- Ron la miro con las cejas levantadas y algo sacado de contexto. Rita salio de la oficina con una sonrisa en los labios.

Ronald me miro confundido, y yo realmente no tenia mayores respuestas, estaba tan perdida como él, pero como ya se estaba haciendo costumbre, las mujeres que estábamos alrededor de Ron, tendíamos a verlo atractivo de una forma u otra.

Mientras pensaba en lo que Rita había dicho, recordé el último fin de semana, y eso trajo a mi mente algo que quería contarle al pelirrojo.

-Ron, ¿Alguien te ha dicho la tradición que tenemos en casa?- El que había posado su vista de nuevo en el libro de invitados, levanto su mirada una vez mas.

-¿Qué tradición?-

-Veras, Mi abuelo Albus hacia una reunión con los empleados mas cercanos y sus familias una vez al mes en la mansión, todos podían llevar a sus esposas e hijos, o en su defecto, padres, hermanos, primos o a quien quisiera, el punto está, en que con todo lo que ha pasado había pospuesto la reunión, pero me parece buen momento para hacerla el domingo Luego del lanzamiento, si deseas ir  estás mas que invitado, y como ya te dije puedes llevar a quien desees a casa-  Lo note meditando su respuesta por un momento, y luego se incorporo un poco en el asiento.

- ¿A que hora debo estar allí?-  Sonreí, y tras pensar en que cosas debía hacer ese domingo en la mañana, respondí.

-A las diez de la mañana estará bien, recuerda, si vas a venir con niños que hay piscina para ellos, y para los adultos también, claro- Me sonroje un instante con el solo hecho de imaginarlo en un bañador, pero rápidamente salí de mi trance encontrando a Ronald con una sonrisa picara en el rostro.

-No hay problema, llevare mi bañador- El muy desgraciado había captado al completo mi indirecta personal, ya me veía todo el domingo tratando de evitar aquel cuerpo.

-Hermione, Cormac McLaggen está caminando hacia mi, ¿qué demonios le digo?- Escuche a Luna por el manos libres del teléfono.

-maldición- dije fastidiada – Dile que pase, seguramente sabe que estoy en el edificio-

-Vale, va para allá- Suspire resignada y me acomode el traje de chaqueta y falda. Tocaron a la puerta y con un leve suspiro de fastidio hable.

-Pasa- Un rubio alto, muy bien parecido  había entrado por la puerta de mi oficina con un ramo de flores gigante en sus brazos, y aquella molesta y refinada sonrisa tan popular entre las mujeres.  Me levante de mi silla para recibirlo con todo el entusiasmo que la hipocresía me dejaba.

-Hermione, estás más hermosa que nunca- Me beso la mano y yo sonreí condescendiente – Siento mucho lo de Viktor-

-Gracias Cormac, siempre tan amable- Ron se había levantado del sillón para pararse junto a la puerta de la oficina dejándome libre el espacio – por favor siéntate, ¿a que debo tu visita?, es toda una sorpresa -seguí su juego por mera educación. Cormac siempre había sido un pretendiente frustrado, primero por mis sucesivas  negativas,  y luego por mi matrimonio  con Viktor.

-No te voy mentir, cuando leí la noticia de la muerte de Viktor me sentí devastado, él era un gran amigo, te juro que mi café parisino se derramo sobre la mesa en que bebía del horror, pero mas allá de eso, sentí la necesidad de prestarte mi hombro para que lloraras, ahora que he vuelto a Inglaterra me encantaría retomar mi amistad de antes contigo- Era un idiota, siempre lo fue y por los vientos que soplaban lo seguiría siendo hasta su muerte, si Tonks hubiese estado en ese momento conmigo seguramente haría muecas detrás de él.

-La verdad me siento completamente alagada por tu oferta Cormac, pero como veras, no soy una mujer con tiempo para llantos, mucho menos para pedir hombros prestados, pero aun así es gratamente recibida tu amistad… Pero hablando de otros temas, cuéntame a que has vuelto realmente a Londres, dudo que sea solo para brindarme tu hombro- Su cara de total desilusión ante mi respuesta daba risa. Ron quien no le quitaba la mirada de encima había alzado una ceja.

- Bueno, es cierto, a decir verdad estoy de vuelta porque quiero formar una nueva empresa. Mientras vivía en Francia pude observar que el amor es un gran negocio, así que se me ocurrió una gran cadena de moteles, ¿si me explico?- su mirada lasciva me dio asco.

-éste tipo es un desastre- pensé sin ningún reparo.

-Moteles en Londres, que gran ingenio el tuyo Cormac- La verdad era que mi actuación debía estar saliendo de Oscar, porque realmente nadie podía ser mas idiota que él.

-Si, ya lo se, tengo una gran idea de expansión, primero Londres, Luego París, El vaticano, Roma, Madrid…Créeme cuando te digo que esto será un gran negocio- Yo no sabia si reírme  o no.

-¿Moteles en El Vaticano?, me imagino que pondrás algún nombre exótico como, Suite Bernini o Suite Miguel Angel,  tendrás a las monjas como locas- Ronald había dejado su pose de estatua para conformar un gesto de total incredulidad; gracias al cielo McLaggen le daba la espalda.

-Si bueno, allí tenia la idea de plantear la Suite principal con el diseño de la capilla Sixtina, ya sabes hacer algo que todo el mundo recuerde-

-No te preocupes, con esa gran idea que tienes todo el mundo te va a recordar, eso lo puedes asegurar- mi sarcasmo era descarado para con Cormac, además de  la sonrisa burlona que le bailaba en los labios Ron.

-En fin mi querida Hermione, debo irme, mis padres me esperan para comer- Me dio dos besos en la mejilla y salio de la oficina sin esperar mi igual despedida.

Espere un tiempo prudente antes de soltar una gran carcajada, era imposible  que aquel hombre fuese tan imbécil.

-Moteles en El Vaticano…Idiota…es un idiota- seguí riéndome mientras tomaba mi estomago aun sentada en sillón- ¿puedes creerlo realmente?- Ron me miraba como incrédulo.

-¿Quién era ese hombrecito?- Se sentó a mi lado, aun divertido por mi reacción.

Tuve que calmarme antes de poder  responderle de verdad.

-ese “hombrecito” es Cormac McLaggen, un antiguo pretendiente, aunque como viste quiere brindarme su hombro para llorar; Viktor y yo lo conocíamos desde que éramos niños, íbamos a la misma escuela; siempre quiso tener algo conmigo, pero yo lo terminaba rechazando. Es un holgazán de primera, a estas alturas de su vida vive a costa de la fortuna de sus padres, siempre esta metido en negocios absurdos, y realmente no es nadie; no fue a la universidad, jamás se le conoció una novia seria, y las pocas veces que a salido en prensa a sido por algún mega escándalo de  digno de Hollywood-

-tienes unos amigos de película, si te soy sincero. Pero… Jamás, en ésta semana y algo mas de conocerte, te había visto reír de esa manera… te ves muy bonita- Me sonroje al instante cuando tomo mi mentón para alzar mi cara y así secar las lágrimas que me había causado el ataque de risa.

-Gracias…Tú tampoco eres muy dado a las sonrisas-

-Bueno, soy guardaespaldas, no payaso- levanto una ceja y luego volvió a su puesto en la puerta.

-¿Dentro de tu trabajo de guardaespaldas también está ser cortante con la jefa?- Pregunte con la ceja enarcada y una mirada mas seductora de lo normal.

-Si, de vez en cuando, porque sino, me puedo confundir- Rayos, ¿qué demonios había  sido eso?

-¿disculpa?-

-Eso…lo que oíste, si tomo más atribuciones de las normales, no se cuando dejo de ser el guardaespaldas y paso a ser el amigo, eso puede confundir cosas- Se sincero.

Apague la luz de mi oficina, recogí mi maletín y camine hacia él con lentitud, quizás mas despacio de lo decentemente correcto.

-A veces Ron, es bueno confundirse, sino mira a Tonks y Luna, ellas se confundieron, y te puedo asegurar que no ha pasado nada- Vale, el ejemplo no era el mismo pero se entendía perfectamente, además si él era inteligente sabría perfectamente a que me refería realmente.

Abrí la puerta y me siguió en silencio.

-Luna, ya basta por hoy, puedes irte…Por cierto el domingo voy a hacer la reunión mensual de empleados, te espero, y llama al oficial Potter invítalo a él y a su equipo,  trata de que Rita no se entere- Me acerque para despedirme con un beso en la mejilla de ella.

-Esta bien lo dejare pendiente en mi teléfono, por allí me tendrás. Adiós Hermione, Ronald- agito su mano en despedida mientras yo me alejaba hacia el ascensor con Ron. La oficina estaba casi vacía, era tarde, ese día había trabajado todo lo que no hice en aquella estresante semana luego de la muerte de Viktor.

Ron llamo al ascensor y luego apretó el dispositivo que estaba en su oído.

-Tonks, voy bajando con Hermione-

Al abrirse las puertas del ascensor ambos pasamos a la caja de acero, y fue él quien nuevamente marco el numero del sótano.

-Hermione, ¿sabes disparar?- Pregunto de pronto.

-no, jamás me han gustado las armas, ¿por qué?- Me puse en alerta por su pregunta, quizás Tonks le dijo de alguna situación por el auricular. El pánico me recorrió.

-Me gustaría enseñarte, con todas las cosas que te han sucedido, me parece buena idea que te puedas defender si a mi o a Tonks nos sucede algo-

-Se supone que eso no debe pasar-

-Si, se supone, pero no podemos estar seguros de nada, me sentiría mas tranquilo si sabes como defenderte de un ataque- Suspire resignada y al mismo tiempo algo asustada como ya era costumbre, seria entupido sino lo estuviese.

-Está bien, ¿Cuándo planeas instruirme?- El ascensor se abrió y él me dio paso. Tonks nos esperaba en mitad del estacionamiento, Seamus en la rampa de salida, Lavender junto al auto, y Michael Corner al otro lado del estacionamiento mirando a todos lados. 

-Si estás en todas tus funciones motoras luego del evento, me gustaría que fuese el sábado, pero solo debemos saberlo, Tonks, tu y yo, nadie mas, ni siquiera Snape o Nick. La idea es que una vez que yo me valla el sábado, salgan solas tu y Tonks, yo las voy a esperar a un costado de la vía unos kilómetros mas a delante, y de allí las guiare hacia mi casa; como vas a estar muy desprotegida porque solo estaríamos nosotros tres, quiero, como te dije, absoluta discreción- No me dio tiempo de responderle ya que nos acercábamos al auto seguidos por Tonks que vigilaba todo.

-¿revisaron el auto?, No quiero sorpresas en el camino- Ron se había agachado y con un espejo miraba debajo del vehiculo.

-Calma, el auto estuvo vigilado todo el día, y lo registramos completo por las dudas- Ron asintió y me hizo abordar el carro.

- A este paso me van a nombrar en los libros de historia como Al Capone,  tengo mas seguridad que un capo de la mafia- Tonks se rió de buena gana cuando se coloco a mi lado.

Durante el camino me hubiese gustado conversar lo de mi entrenamiento, pero Nick era parte de las personas que no debían enterarse, así que las cosas estuvieron bastante calladas hasta que llegamos al portón de la casa donde una turba de periodistas esperaba, seguramente para hacer las mismas incontestables preguntas.

-¡Malditasea con estos tipos!- exclamo Ron molesto; luego con un gesto de su mano  hizo que toda la seguridad que me acompañaba despejara el camino.

-Son buenos- Dije sonriendo ante la oportuna maniobra.

-Los mejores- Respondió con tono orgulloso.


***



Durante la cena le pedí a Tonks y Ron que me acompañaran, odiaba comer sola, ninguno de los dos se negaron así que los tres comimos atendidos por Bellatrix.

-Bella, el domingo voy a hacer la reunión de empleados, ¿    quieres venir?- Pregunte como si nada a Bellatrix mientras nos servía el postre.

-Me encantaría Hermione, pero el domingo planeaba pasarla con mi esposo y su familia-

-No te preocupes, de todas maneras pasas toda la semana aquí…Y tu Tonks, ¿vas a venir?- Nymphadora aun con la boca llena asintió, y luego de un trago de agua hablo.

-Claro, jamás me pierdo esas reuniones, ¿vendrás Weasley?-

-Si, Hermione me hizo la invitación, planeaba traer a mi madre y hermana, quizás también a mi sobrina, le encanta el agua, y tal vez enseñarla a nadar un rato no estaría mal, a menos de que me éste sobrepasando con la invitación- Ron me observo asegurando mi respuesta.

-Bueno, yo dije a quien quisieras, no puse límite, lo mismo para ti Nymphadora, tus padres son muy gentiles, espero verlos-

-Les diré, no se si ellos vengan, pero yo estaré como un clavel aquí… Por cierto, ¿Ron te comento?- entendí perfectamente a que se refería.

-Si, ya nos pondremos de acuerdo-

-¿ésta noche me toca hacer la guardia a mi?- Tonks asintió a Ron, quien había terminado su helado en ese momento – bien, entonces me voy a dar una ducha, esto de hacer la guardia con el uniforme es muy pesado, Podrías cubrirme mientras me cambio- Ron se había parado de la mesa para ir a su habitación en el área de servicio.

- Ve  tranquilo yo te cubro- Ron salio disparado y Tonks siguió con su postre.

-Te apuesto lo que queda de mi helado, que te lo acabas de imaginar bañándose- Como se estaba convirtiendo en costumbre, me sonroje completamente, ésta vez no había acertado.

-¿Qué demonios te pasa?, nos puede escuchar Bellatrix, y no, no me lo imagine bañándose eso es de pervertidos, además, ¿cuál es tu afán ahora de comprometer mi imaginación con tus sucias suposiciones sobre Weasley?- susurre ofuscada.

-Vale no te enojes, solo que no te había podido molestar en unos días y ya lo extrañaba, además, hasta que no aceptes que te Quirós tirar a Weasley, y luego lo hagas, no voy a dejar de fastidiar-

-Eres insoportable Nymphadora- Me levante de mi silla en el comedor y camine a grandes zancas hacia el vestíbulo, de allí subí las escaleras a todo trote con Tonks siguiéndome el paso sin problema; cuando llegue a mi habitación cerré de un portazo.

-No tienes porque portarte así conmigo solo porque digo la verdad- su relajación ante la situación me parecía por demás molesta.

-¿verdad? Nymphadora, me dices que me quiero tirar a Weasley en mitad del comedor, con el riesgo de que alguien escuche, y para ti es una simple verdad…¿Dónde rayos tienes el maldito sentido común?- estaba cada vez mas enfadada con ella.

-Está bien, quieres que no lo diga en mitad de un área publica, bien, ésta no es un área publica, te quieres tirar a Weasley y eso es mas que evidente- repitió.

Explote sin remedio alguno ante su tortura; no pude evitarlo.

-¡Está bien, sabes que, si, si me lo quiero tirar, porque esta buenísimo, y me importa un demonio lo que pienses, contenta, si, me quiero acostar con él y punto, no quiero escuchar una palabra mas del tema!-  la vi sonreír mas que triunfante, luego de mi confesión, mientras yo por dentro me golpeaba por haber reaccionado con la verdad.

-Por fin, mira que esperar una semana para decírmelo. No te culpo, Ron esta… ¿Cómo fue que dijiste?, ah si, buenísimo-

-No te confundas Tonks, no siento nada por él, solo tengo mucho tiempo que no estoy con un hombre, y él me atrae- me justifique.

-Calma, no tienes que explicarme mas detalles, con saber que te quieres acostar con él me basta, se que no estas enamorada, por eso te presione, una vez que lo asumas será mas fácil que pase-

-¿desde cuando te convertiste en  mi consejera sexual?, pensé que te pagaba solo por cuidarme- me cruce de brazos apoyada en uno de los postes de mi cama.

-Ya ves, soy mil usos… ahora cuéntame, ¿Cómo piensas hacer con Ronald?-

-No pienso hacer nada, realmente no tengo la cara tan dura, ni soy una zorra para llegar y decirle, Ron no he tenido actividad sexual en ocho meses, ¿te gustaría tener relaciones esta noche?- la escena realmente fue muy cómica, porque Tonks y yo nos reímos luego de toda la tensión que hubo en un primer momento.

-Ese seria un final estupendo y fácil-

-Pues no, Tonks-  Tocaron a la puerta de mi habitación un par de veces, era seguramente Ron.

-Cuando hablo de unos minutos, realmente eran unos minutos… Que rápido, ¿crees que así sea para todo?- antes de que pudiese insultarla. Abrió la puerta dándole paso a un Ron con el cabello empapado, vestido con un conjunto deportivo.

-Bien, me retiro a dormir ya que has llegado, Ron, Hermione, disfruten la noche- Tonks se fue y yo me jure matarla por la mañana, ¿Cómo mierda se le ocurría decir aquello?

-¿me perdí de algo?- pregunto el pelirrojo  cuando nos quedamos solos.

-Cosas de chicas, no te preocupes. Me iré a dar un baño, vuelvo en un rato- asintió sentándose en el sillón.

***


Cuando le dije que me tardaba un rato  no mentía,  había durado alrededor de una hora en la bañera relajándome.

Al salir me cambie con un camisón en el vestier, y antes de acceder a la habitación me coloque una bata.

Ron estaba completamente dormido en una posición muy incomoda; sentado con la cabeza apoyada en el respaldo del mueble. Me acerque con sigilo de no molestarlo, con la mala suerte de que resbale con el piso mojado por algunas gotas de mi cabello, gritando bastante alto y logrando despertarlo.

Las cosas sucedieron tan rápido que apenas puedo hilar momentos; Perdía el equilibrio con una seguridad del cien por ciento de pegar la frente contra la pared, cuando una fuerza distante a la normal me jalaba hacia otra dirección; lo siguiente que vi fue la cara de Ron a escasos centímetros de la mía.

-¿te encuentras bien?- susurro aun sujetándome por la cintura, mientras mi cuerpo descansaba sobre el suyo en el mueble.

-si… estoy bien- Su mano recorrió mi rostro en busca de alguna lesión, continuo bajando por mi hombro palpando aquí y allá hasta que la afirmo en mi cintura.

-Éste es el problema de confundirme, que después de dejar de ser el guardaespaldas para convertirme en amigo, puedo querer más-

-¿Siempre quieres mas?- Pregunte completamente ida en aquellos ojos azules que me hipnotizaban por completo.

-no, solo esta vez, pero por ahora te dejare dormir- se levanto aun conmigo muy cerca y me llevo a la cama con paso bastante mas dulce del que abría pensado.

-tienes que dormir y yo también- me dijo suplicante.

Quizás en mi letargo por los acontecimientos, no había reaccionado como Tonks habría  querido, por así decirlo, pero algo me decía que debía dejar las cosas hasta allí en aquel momento. Quizás yo solo quería un acostó y él también, pero si las cosas pasaban a mayores, yo no estaba preparada, y él… a Ron solo lo conocía de escasa semana y media, no debía mentirme, no sabia nada de aquel personaje que tanto me atraía, y por mas que mi cuerpo me gritara otra cosa, no debía dejarme llevar -al menos por esa noche-, a  los brazos del siempre complaciente Morfeo.

***


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