jueves, 7 de noviembre de 2013

Capitulo 10: S.A.S




– S.A.S –

Encontré a Ron recostado de la pared que se encontraba frente a mi puerta, mirando hacia el techo; volteo rápidamente al escuchar mis pasos y luego volvió a su posición inicial mientras yo  entraba en la habitación.

-¿No piensas entrar?- dije antes de cerrar la puerta.

-No- Estaba enfadado por no llevarlo cuando hable con Snape, y no pensaba rogarle.

-Bien, como desees- cerré la puerta sintiéndome mal por él, sin embargo tenia que saber que seguía siendo un empleado, y que yo podía o no llevarlo a donde desease, y aunque en el fondo esa no era la verdadera razón, era la que necesitaba que él creyera. Por una razón intentaba resistirme a él, y era el hecho de que quizás no viviera para ser feliz junto a ese pelirrojo que ya era indispensable, así que necesitaba borrarle cualquier dependencia a mi.

Me acerque a mi cama apartando las sabanas para poder dormir, luego de aquello no paso mucho hasta que caí dormida.

El día había sido duro, pero sabia que no seria el peor.


***

Era Lunes por la mañana debía ir a la empresa, necesitaba empezar con los tramites de la nueva expansión, así que muy temprano me desperté esperando encontrar a Ron en la habitación, sin embargo al salir encontré a Finnigan casi babeando en mi puerta. Tosí sonoramente para que el chico pudiese despertarse cosa que no tardo en pasar; Seamus desenfundo su arma rápidamente apuntando hacia el pasillo, al tiempo que yo ponía un dedo sobre el caño de ésta para que la bajara.

-Buenos días señor Finnigan, haga el favor de bajar esa cosa- El hombre me miro apenado y volví a meter la pistola en su funda- Bien, ahora dígame donde se encuentra Ronald-

-El jefe ésta abajo junto a Lavender revisando los autos- ¡Malditasea con esa mujer!

-Gracias- me di vuelta ofuscada, sintiendo como el hambre se iba al demonio y una rabia descomunal me sobrepasaba. Camine  hasta el garaje de la casa sin pensar mucho encontrando a Lavender parada en la puerta viendo como Ron se metía bajo uno de los autos a revisar.

-Fuera Brown- brame.

Lavender Brown me miro contrariada y molesta antes de salir del garaje.

Ron se arrastro con una tabla de debajo del auto y me miro intensamente.

-¿Se puede saber que demonios te pasa ahora Hermione?-

-¿Qué me pasa a mi?... ¿QUE TE PASA A TI  IDIOTA?- La rabia y los celos, no me dejaban ver algo que era notablemente obvio y redundante.

-¿Por qué me insultas, que hice?- sus manos soltaron el paño con el que se había limpiado algo de grasa y se puso frente a mi.

-Y todavía lo preguntas… ¡Eres un cínico Ronald Weasley!, hace dos días te declarabas y hoy estas aquí con Lavender Brown…- No me dejo terminar puesto que me agarro las manos y me jalo hacia el baño del garaje.

-¿Aquí con Lavender haciendo que?... ¿Viste una escena de sexo salvaje desmedido?... ¿Viste un beso lleno de pasión?...Hermione usa la lógica, ni siquiera nos estábamos mirando, yo estaba debajo de un auto, viendo que ningún sicótico halla puesto una bomba, y ella estaba allí esperando, nada mas-Baje la cabeza sabiendo que el tenia razón, sin embargo el maldito orgullo no me dejaba pensar con claridad.
-ese es tu trabajo Weasley, cuidar mi trasero- solté sin reparo.

-Te puedo asegurar que lo podría cuidar de muchas maneras mas- Ninguno de los dos pensaba con claridad en ese momento, siendo así alce mi mano y la estampe en su mejilla, sin darle tiempo de  reaccionar, luego de eso supe que yo había cometido una estupidez gigante.

Ronald me miro mas tranquilo de lo que yo me esperaba y abrió la puerta del baño, pero antes de salir se volteo.

-¿Qué paso anoche con Snape?- no se si fueron cosas mías pero, pero en su voz sentí…celos…celos de Snape, me estaba jodiendo.

-¿Ronald estas celoso de Snape?- realmente mas que una pregunta fue una prueba, esperando que realmente yo hubiese percibido mal.

-¿Celos?...Ni en tus mas húmedos sueños niña- tiro la puerta del baño, dejándome dentro de éste; Salí rápidamente y lo encontré caminando fuera del garaje.

-Estas celoso Ronald Weasley dije en voz alta y clara- el se volteo alzando una ceja, una vez que tuve su atención hable- ¿Por qué no dormiste anoche en la habitación, conmigo?-

-Es obvio, ayer tú no me querías cerca, me dijiste que no me querías en la reunión delanten de Potter-

-y te enfadaste por eso- afirme.

-No, no estoy enfadado, simplemente se que no me quieres cerca cuando estas con Snape, así como tu odias que Brown se me acerque- ese fue un golpe bajo.

-No tengo nada con Snape, de hecho…ASCO RON… él podría ser mi padre, a decir verdad  lo veo como un tío, o…algo así, y si ayer no te deje venir conmigo es porque el pidió hablarme de algo personal en privado- mentí

-¿segura?-

-si…Ahora dejemos esta mierda y vamonos a la oficina- El asintió serio y miro su reloj.

-vale, espera en la entrada voy por los chicos-


***
Aunque las cosas se habían “solucionado”, cierta tensión reinaba en el auto, y de hecho el mejor medidor de eso era Tonks, que no dejaba de vernos cada tanto, Ron miraba por la ventana con el seño fruncido, mientras yo a su lado acariciaba su pierna en plan conciliador.

-Me dirás que pasa- susurro Nympha como un secreto en mi oído; yo solo asentí y continué en mi plan de tranquilizar a Ron.

El viaje se hizo ligeramente mas largo, quizás por el silencio abrumador que había en el auto, o por la tensión que se sentía por todos lados, sin embargo llegamos sanos y salvos al estacionamiento, donde primero se bajaron los chicos para asegurar la zona y luego Ron y Tonks que eran los mas cercanos a mi, antes de poder descender.

-¡GRANGER!- Se escucho claramente desde una camioneta que estaba varios puestos delante de mí…Luego una ráfaga de disparos salió de todos lados.

Fue sumamente rápido, Ron me jalo con muchísima fuerza hacia el interior del coche donde Finnigan entro por la otra puerta para sujetarme, por ultimo pude ver como Ron caía y Tonks se debatía con su arma con el hombre que disparaba.

La camioneta arranco, pero la ráfaga de disparos que escuche no eran solo de ellos, mi equipo de guardaespaldas disparaba a todo lo que estuviese en movimiento, pero mi rango de visión se perdió antes de que pudiese ver nada mas de aquella camioneta que había acelerado a toda su potencia.

- ¿Se encuentra bien?- pregunto Finnigan, pero yo asentía como una autómata, solo quería ver que Ronald se encontrara en perfecto estado. El terror recorría mi cuerpo pero aquel hombre seguía revisándome con la mirada, buscando indicios de heridas- ¿sabe quien soy?, ¿sabe donde esta?- ¿Qué demonios le pasaba?, ¿es que acaso no veía que su compañero esta tirado en el suelo con una posible herida de bala?

-Si, si, y si, señor Finnigan por favor hágase a un lado- Se me quedo mirando como si estuviese loca, mientras yo intentaba salir del auto para auxiliar a Ron.

- ¿No se mueva?- aquel hombre de cabello oscuro y ojos verdes, me obligo a sentarme en el suelo de nuevo y de manera brusca, lo mire como si deseara asesinarlo, y para ser franca las cosas no estaban lejos de ese escenario- Disculpe, pero aun esto no es zona asegurada, debo mantenerla a salvo- ignore completamente su explicación aun sabiendo que era insensato.

-Olvídelo, iré por Ron ahora y si no me lo permite, juro que terminare con su empleo- Volví a chantajear, pero me devolvió la mirada bruscamente.

-No, es una orden del jefe- luego observo a  Tonks que se encontraba aun con su arma lista al lado del coche, la vi asentir con una seriedad impropia de ella, y luego el abrazo protector Finigan se deshizo.

Tonks, iba con su arma completamente lista para cualquier sorpresa.

Baje del auto muy rápido viendo como los guardaespaldas se agrupaban protegiéndome aun en una situación de alerta, al tiempo que otros barrían el lugar buscando algo sospechoso. Yo sabía que no iban a encontrar amenaza alguna, los bastardos que nos atacaron se habían ido de nuevo, dejando la pregunta en el aire de quien deseaba  matarme.

Ron se retorcía en el asfalto y  abrazaba su abdomen casi en posición fetal con una clara expresión de sufrimiento. No sabia realmente como actuar, no quería lastimarlo, solo se me ocurrió hacer lo mismo que Seamus hizo conmigo.

- ¿Dónde te hirieron?- era la pregunta más idiota de la tierra puesto que él se abrazaba el abdomen, pero no veía sangre por ningún lado.

-No estoy herido- su respuesta vino cargada de dolor, y me preocupe aun mas al escucharlo decir aquello.

-¿entonces que tienes?- mi desesperación llegaba a limites insospechados, todos a mi alrededor cuidándome, pero a nadie se le ocurría llamar a una ambulancia. Busque mi teléfono en la chaqueta que aun tenia puesta, pero nada, recordé que estaba en la cartera dentro del auto.

-El…el chaleco- ¿que chaleco?, ¿de que estaba hablando?

-¿Qué chaleco Ronald, hay que llevarte al hospital?- quito un brazo de su cuerpo y jalo el cuello de la camisa con la corbata incluida, mostrándome el chaleco antibalas. El alivio llego a mi de manera instantánea, todo desapareció a mi alrededor, la tensión, el miedo, absolutamente todo, y una ola enorme de dicha me inundo. Lo abrace olvidándome de que estaba adolorido por los impactos de bala.

-Hermione, ay...ay, ay, ay, ay- lo solté rápido al escuchar sus quejidos.

-Lo siento, lo siento, olvide que estabas adolorido… ¿puedes pararte ya?, hay que recostarte en mi oficina- él mantenía un brazo pegado a su abdomen, mientras yo lo tenia apoyado en mis piernas, al parecer los dolores mas fuertes comenzaba a retirarse de su cuerpo.

-cálmate mujer, dame unos minutos mientras los chicos terminan de asegurar el lugar, ¿puedes decirle a Tonks que venga por favor?- su voz aun era muy baja y dolorida, pero notaba que trataba de no alterarme mas. Le hice señas a Tonks, con la mano a lo cual ella se acerco a trote.

-¿están bien ambos?- fue lo primero que pregunto, pensaba contestar yo pero fue Ron quien me quito la palabras.

-Perfectamente, el chaleco no permitió que me hirieran- Tonks me miro pidiéndome confirmación de la versión de Ron y yo asentí- pero aun así, quiero pararme ya de aquí, no van a encontrar nada mas, esos desgraciados se fueron, pero al menos le dimos a uno, por ahora llama a Harry para que recojan pruebas y el cadáver de ese tipo, y acordona el lugar. Que nadie se acerque, y por ultimo, que alguien nos lleve a Hermione y a mi arriba- Tonks aun completamente seria asintió y salio corriendo, se acerco a Lavender Brown que se encontraba detrás de unas de las columnas cercanas al ascensor, la vi cruzar un par de palabras con ella y luego retirarse, al tiempo que la rubia emprendía el paso apurado hacia nosotros.

-cadáver, ¿Qué cadáver?- Pensé

Genial, lo que me faltaba, Lavender Brown. Mire a Ronald que tenia la mano en sus ojos y apoyando su cabeza en mi.

-Ron, vamos a subir, Lavender se esta acercando, ¿ya puedes caminar o pido mas ayuda?- descubrió sus ojos mientras negaba con la cabeza.

-Por favor ayúdame a levantarme, lentamente Hermione- me puse de pie primero que él, pero Brown ya estaba allí, lista para tenderle su mano al igual que yo. Siguiendo sus instrucciones lo levantamos lentamente mientras el se apoyaba en Lavender.

-Señorita Brown, deje que yo lo sostenga, para que me pueda abrir las puertas cuando pase - la vi fijamente. Otra vez un arranque de territorialidad, pero era como si mi mente me obligara a mantenerla lejos del aun lastimado Ron.

Asintió de mala gana y se coloco delante de nosotros caminando al mismo paso lento de Ronald que se apoyaba en mí a cada paso que daba. Subimos al ascensor con toda la suerte de nuestro lado, ya que no había nadie mas que nosotros; en el espejo que se encontraba en la caja de acero, vi mi reflojo, mi cabello aunque mas largo que antes, permanecía milagrosamente en su sitio, sin embargo no así mi ropa que se encontraba manchada de grasa de autos en la falda y mi cara algo llena de polvo.

Al bajar del ascensor las miradas curiosas de los empleados hacia nosotros se podían ver desde cualquier dirección, incluso nuestro reflejo en los grandes ventanales mostraban a aquellos que no podían vernos directamente, el chisme del momento. Lavender apuro el paso y aunque esto seria lo mas prudente para evitar mayor numero de curiosos, en la situación de Ron daba igual que fuese a mil kilómetros por hora. Deje de mirar a las personas y me concentre en Ron y en la pared blanca que se encontraba delante de nosotros, que daba la antesala a mi oficina.

Luna salio del área de los baños, y apenas nos vio, su mirada paso de la relajación mas grande a la preocupación.

-¡¿Qué les paso?!-Puso su brazo izquierdo en la cintura de Ron para ayudarme a movilizarlo, mientras nos escrutaba a ambos con la mirada, seguramente buscando heridas de gravedad.

-Te explico adentro, salgamos rápido de la vista de los empleados, por favor-Lavender abrió la puerta de madera que conducía hacia mi oficina, luego Luna y yo recostamos a Ron en el sofá.

-Lavender por favor espera afuera y evita que cualquier persona entre- Lavender acato la orden que le di, y salio de la oficina.

-¿y bien?- Pregunto impaciente mi asistente.

- Ron y yo nos estábamos bajando del auto en el estacionamiento, cuando de un auto que estaba cerca comenzaron a dispararnos, a mi no me paso nada, pero a Ronald le dieron, por suerte tenia el chaleco puesto- mientras le daba la explicación a Luna, había comenzado a quitarle el saco y la camisa a Ron, pero cuando me di cuenta de que quizás a él no le agradara que la chica lo viese sin camisa, la mire significativamente.


-Bueno…gracias a dios están todos bien, yo iré a ver si Lavender quiere jugar poker- Ronald me miro insinuando una sonrisa, al tiempo que me ayudaba a quitarle la camisa.

-¿ella no es muy disimulada verdad?- había hablado por primera vez desde que habíamos salido del ascensor; su voz se escuchaba mejor, sin aguantar tanto dolor.

-La verdad es que no la contrate por discreta- le di la razón porque era la verdad, Luna era mi amiga, pero era la imprudencia en persona.

-Ya veo…Hermione desde aquí me puedo encargar yo, solo necesito una pomada para la inflamación y los moretones que seguramente debo tener- se sujetaba el chaleco y no me dejaba terminar de sacarlo, casi como si estuviese protegiéndose a si mismo de mi.

-No me digas que te avergüenza que una chica te vea sin camisa, porque definitivamente no te creo- Yo estaba tratando de relajarlo, pero seguía aferrándose al chaleco como si su vida se fuera en ello- Ronald solo quiero ver si estas bien, sino lo estas llamare al medico, y en el caso contrario, yo misma te daré la pomada para que te la untes en los moretones.

-Hermione…tú no entiendes, preferiría hacerlo yo mismo, en privado- se iba alejando de mí poco a poco en el sofá.

-¿Qué es lo que no entiendo, por qué estas tan alterado?-

-estoy herido, Hermione, pero no daños resientes, sino cicatrices viejas, no quiero que me veas así- así que le daba vergüenza que lo viese porque ya estaba lastimado, eso era nuevo para el señor Ronald Seguridad Weasley.

-Ronald cálmate, no debe ser tan malo, he incluso si así lo fuese, yo no soy critica de cirugía plástica, si es que existe alguien que haga eso- me miro dándome a entender que podía retirar el chaleco; cuando ya lo hice, pude ver de lo que me hablaba.


Todo su torso estaba marcado por pequeñas cicatrices, sin llegar a deformarlo, y auque había que mirarlo fijamente para verlas –por esa razón no las había visto desde mi ventana- ahí estaban, cicatrices con diferentes formas que iban desde su ombligo hasta la clavícula. Los moretones de las balas también eran protagonistas, y por segunda vez ese día le di gracias a dios por los chalecos antibalas. Le habían atinado a los lugares clave, uno de los disparos había acertado en su pecho del lado izquierdo, otro a la altura de su estomago y por ultimo otro justos al lado del primero. Me lleve las manos a la cara al ver aquello, Ron había puesto su mano en uno de mis brazos para que lo mirara.


-¿Qué te paso, de que son estas cicatrices?- pase mi mano por encima de su torso intentando sentir las cicatrices pero al parecer habían sanado tan bien que solo quedaban como pequeñas manchas.

-No se por donde empezar si te soy sincero, hace años que no hablo de esto- Se había incorporado en el sillón, revolviéndose el cabello en un acto nervioso.

-puedes empezar por el principio, si te apetece Ronald- intente infundirle confianza.

-Bien…Cuando tenia dieciocho años, me enliste en el ejercito, pase tres años como oficinal, hasta que me presente como voluntario para un programa elite del ejercito, aunque para mi en aquel momento era un milagro haber quedado, era cierto, me habían aceptado en uno de los programas mas famoso de fuerzas elites del mundo; ese grupo elite Hermione, es llamada SAS, Servicio Aéreo Especial. En tiempos de paz nos encargamos de combatir el terrorismo, pero en tiempos de guerra hacemos operaciones especiales. A principios de 2007 mi hermano Fred, que también pertenecía al SAS, y yo fuimos destacados en Irak junto a otro grupo de soldados; como ya te imaginaras nuestras labor no era otra mas que la de mantener seguro lo que ya se había invadido a partir del año 2003 cuando comenzó la guerra- Ronald me miro, y yo asentí para que prosiguiera- Sin embargo, la población de ese país ya no reaccionaba como antes al vernos, a diferencia de lo que nos contaban los compañeros que habían estado desde el 2003, la gente ahora no nos quería en su territorio, arremetían con piedras y todo lo que tuviesen a la mano; para ser sincero no los culpo. En aquel momento estábamos bajo el mando de un general norteamericano, ninguno de nosotros se sentía cómodo con sus órdenes, y mucho menos con la forma en que trataban a los prisioneros, estos tipos violaban sus derechos, incluso los torturaban, pensé en renunciar pero antes de que eso pasara, fuimos reasignados a un mando ingles de nuevo. Hasta que el 20 de noviembre del 2007, salimos en una misión de reconocimiento por vía aérea, estábamos en un helicóptero RAF Puma, volábamos sobre una zona residencial de Bagdad, íbamos mi hermano, otros dos compañeros y yo, de pronto fuimos atacados por un cohete, éste dio en la cola de la nave lo que evito que explotara en el momento,  pero nos precipitamos a tierra muy rápido, salte del helicóptero con el paracaídas puesto al igual que mi copiloto, pero mi hermano y el otro soldado quedaron atrapados dentro, sin posibilidades de tiempo para salvarse, cuando caí al suelo el paracaídas apenas me cubrió mientras el helicóptero se estrellaba contra el suelo volando en mil pedazos, los trozos de vidrio y metal llegaron hasta mi impactándome en todo el torso. Mi cara fue protegida por el casco, brazos y piernas por el traje, pero mi pecho y abdomen habían quedado al descubierto luego de que al saltar del helicóptero se me rompiera buena parte del traje. Después de eso no recuerdo mas, hasta que desperté una semana después en el hospital con el pecho y el estomago vendados- No podía creer lo escuchaba aquello, Ron me estaba contando una película de acción al completo- ¿no vas a decir nada?- su pregunta era de esperarse me había contado una parte muy oscura de su pasado, pero yo seguía en shock, aquel hombre se había enfrentado tantas veces a la muerte que me daba escalofríos.

-Lo siento, es que estoy impactada con todo lo que me cuentas, es como una película de acción, pero mucho peor. Siento mucho lo de tu hermano- ¿Qué mas podía decir?, era una historia terrible que me había dejado sin aliento y sin respuestas; sin embargo un par de dudas me invadieron.

-inmediatamente después que salí del hospital renuncie a mi cargo y volví aquí, mi familia estaba destrozada con la muerte de Fred y yo aun hoy sigo sin poder dejar de pensar que quizás pude hacer algo para salvarlo, además de que me sigo reprochándome cuantas vidas quite en nombre de un ideal totalmente falso- su mirada se había vuelto brillosa y triste como si rememorara cada recuerdo, las lagrimas amenazaban con saltar de sus ojos, así que lo abrace con cuidado de no lastimarlo, mi necesidad de consolarlo era enorme, no quería verlo en aquel estado.

- No podías hacer nada, tú mismo lo dijiste, el helicóptero cayo muy rápido no dio tiempo a nada,  no debes culparte por algo que no fue tu culpa- El tenia su cabeza en mi pecho, mientras lo acunaba como a un niño pequeño.


-Eso intento hacerme creer todos los días, pero es muy difícil. Gracias por ser tan buena conmigo Hermione- La puerta se abrió inesperadamente dejando ver la cara sorprendida de Lavender, sin embargo no solté a Ron y él no intento apartarse.

-Disculpe, pero…Tonks me acaba de decir que el oficial Potter vendrá en unos cinco minutos, ahora mismo esta abajo con su equipo- Ronald y yo asentimos, luego ella volvió a salir.

Nos quedamos enganchados mirándonos, sus ojos no solo eran azules y hermosos, sino que transmitían tranquilidad y tristeza a partes iguales. Recordé que él aun necesitaba ayuda con los moretones así que desvié la mirada.

-voy…voy a…a buscar la pomada al baño, no te muevas- deshice el abrazo y me levante del sillón, sabiendo que su mirada me seguía.

Mire el par de cuadros abstractos que se encontraban en mi oficina, la pared blanca los hacia resaltar, la metáfora con respecto a mi vida era idéntica, mi mundo estaba de cabeza desde el día en que mis padres murieron, una falsa estabilidad, con un falso marido, que ahora estaba muerto, todo tan abstracto como relativo. De pronto la realidad de hoy resaltaba como en  aquella pared blanca, todos los matices que se encontraban a mí alrededor, creando algo totalmente desornado. Una familia inexistente que fue sustituida con el calor de empleados que ahora eran amigos, un hogar antiguo que no sentía mió,  y una protección de ojos azules que aunque quisiera no estaría ahí para siempre. Todo abstracto y relativo.

Al entrar al baño me mire en el espejo con desesperación, no sabia si aquella historia de Ron me había puesto así  de reflexiva, o aquellos ojos que debía admitir me volvían loca, o quizás la verdad cierta de que pude no haberlo conocido, he incluso peor aun, el hecho de que hoy lo pude haber perdido.

Sacudí mi cabeza de aquellas ideas y respire profundo, Ronald me necesitaba, así que busque dentro del botiquín de primeros auxilios la crema contra la inflamación; una vez la encontré puse todo en orden y tome aire de nuevo, no quería que él viera el desmoronamiento en mi, luego Salí de allí.

Me esperaba observando una de las fotografías que se encontraban en la mesa de café que estaba frente a los sillones, se veía ensimismado, hasta que escucho mis pasos y compuso una sonrisa y me mostró el portarretratos.

-Nunca había prestado atención a las fotografiad de la oficina, aquí te vez muy enamorada de tu esposo. Que difícil es pensar que realmente solo se casaran por conveniencia- en la fotografía Viktor y aparecíamos sonriéndonos abrazados, parecíamos felices.

-Esa fotografía se tomo durante nuestra…como decirlo, “luna de miel”- levante mis dedos formando las ya trilladas comillas en el aire- pero no te engañes Ron, aunque es cierto que parecíamos enamorados, no es verdad, felices quizás, el lugar que escogimos era hermoso y tan apartado de aquí que no debíamos fingir, lo tomamos como unas vacaciones mas, y nos divertimos como los mejores amigos que éramos…créeme Viktor tuvo su luna de miel con una de las chicas del hotel- Sonreí ante aquel recuerdo, Viktor por esas fechas había comenzado a salir con una camarera del hotel, una chica hermosa, pero como todo lo fácil y bueno acaba, esa relación no fue la excepción, al terminar nuestro viaje él se despidió y por lo que se nunca mas la volvió a ver.

-¿y tu, te divertiste igual que él?- su pregunta era de doble filo. Me miro con intensidad.

-No Ronald, yo solo conocí los lugares y me divertí como turista, no probé los placeres  de los jóvenes marroquíes si así lo quieres llamar- lo vi sonrojarse y recomponerse rápidamente.

-fueron a Marruecos, es un bonito lugar…- luego suspiro cuando lo hice callar colocándole la crema en el pecho. El impacto inicial de las cicatrices y los moretones no dejaron que me percatara de lo bien definido que tenia el torso. ¿Fue deseo lo que sentí?, seguramente, una corriente eléctrica me recorrió el cuerpo dejándome hipnotizada con el recorrido de mis manos por su abdomen.

¡Malditasea!... Aquella mirada que me descolocaba por completo; sus ojos eran como una bola de demolición, ¿Qué pretendía aquel hombre, que lo secuestrara? Repetirme mil veces la palabra Calma, no fue ni de lejos suficiente cuándo él puso su mano sobre la mía guiando el movimiento sobre su abdomen al tiempo que sus ojos hacían fuertes estragos en mi. Estaba segura de algo en ese momento, y era el hecho de que Ronald Weasley estaba marcando un hito en mi vida. Además de que si un cardiólogo hubiese revisado mi pulso me habría mandado a examinar, el corazón parecía decidido a huir de mi pecho.

Él seguía con aquel hipnotizante movimiento, y cada vez acercaba mas su cara a la mía, ¿me quiere besar? Parálisis eso era lo que le pasaba a mi cuerpo en aquel momento, a centímetros de mi cara, tendría que haberme parado de aquel sillón y ubicarlo de nuevo en su posición de empleado, pero no lo hice. Milímetro de mis labios y…

- Hermione, el oficial potter esta aquí, ¿lo hago pasar?- La voz de Luna salía desde el intercomunicador de mi escritorio, y la frustración era casi palpable en la oficina cuando la mano de Ron se aflojo de la mía y su cuerpo volvió a su posición, recostado en el sillón.

Me levante rápido del sillón, y fui a mi silla.

-Si Luna dile que pase y a la señorita Brown también- Voltee a mirar a Ron quien tenia los ojos cerrados en el mueble.

-Bien- Luna cerró la comunicación y breves segundos después Harry Potter entraba por la puerta de la oficina.


***

Tras mi breve reunión con Potter, me entere de que si había logrado derribar a uno de los malhechores y que ahora mismo era trasladado para su reconocimiento, pero con la mala suerte de que el tipo estaba muerto, así que no habría interrogatorio.

Como es de suponerse aquel día laboralmente hablando no fue productivo, pero lleve a cabo algunas ordenes que ya no podía retrasar ni negar, una de ellas fue dejar a Snape como presidente encargado. Me preocupaba su seguridad, pero sabia que en los momento el corrían no podía dejar la empresa desprotegida, y él solo cumplía como abogado y ahora como encargado, pero no podría vender ni comprar acciones, así que no obtendrían nada haciéndole daño.

Por otro lado Ron mando a acordonar el estacionamiento ya que allí había sucedido la mayoría de los atentados, a pesar de que ya había decidido no volver más a la empresa en un buen tiempo, aparte de eso, yo le  había pedido que le colocara guardaespaldas a Luna al igual que Snape, necesitaba blindar mi círculo.

Al final regresamos a casa mas escoltados que lo normal, Harry nos había proporcionado un helicóptero de la policía y así logramos llegar a la mansión antes de las dos de la tarde.

Yo lleve a Ron hasta mi habitación para recostarlo, y luego le pedí a Bellatrix algo de comer ya que ninguno había probado bocado alguno, Tonks también se sentó en la habitación a comer en completo silencio.

El cuadro era bastante extraño después de todo, Yo recostada del respaldar de la cama, Ron con el torso descubierto, con la sabana hasta la cintura y su cabeza recostada en mi, y Tonks comiendo su sopa frente a nosotros. Si me lo hubiesen contado un par de semanas atrás no lo habría creído, pero ahí estábamos.

Luego de que Tonks se fue para darnos un poco de espacio, pues ya sabía como iban las cosas para nosotros, Ron hizo un esfuerzo por incorporarse pero no lo deje, viendo aun dolor en sus facciones.

-Vale, no me dejes parar, pero necesito contarte algo- Ese necesito me dejo fría  así que lo mire atentamente.

-Ayer le comente a Potter que me parecía extraño que los atentados sean tan…improvisados, o al menos así se ven…llegan disparan, o cortan, pero nada mas allá, Hermione en los años que llevo en éste trabajo nunca he visto atentados tan mal preparados, no me lo tomes a mal, pero es que si alguien quisiera matarte realmente, no habrían fallado, mira lo que paso con tu esposo, y tus padres, fueron tajantes, fríos y rápidos, así que necesito saber una cosa- Asentí para que prosiguiera con la pregunta que deseaba hacer- ¿Qué pasa con la empresa si…mueres?- sentí reticencia en su voz para decir aquella palabra.

-Pues…No tengo herederos Ron, seguramente pasaría a manos del gobierno, a menos que yo decida dejar un testamento o algo por el estilo- respondí.

-Eso era lo que me temía…Hermione, yo dudo de verdad que quieran matarte, realmente, te están asustando, anoche tenia la sospecha, pero hoy lo confirme, por eso cuando me quede con Potter le comente la posibilidad de sacarte de aquí y reubicarte en otro lugar bajo alto secreto, ni siquiera Tonks debería saber, para mantener su seguridad- así que según Ronald, lo que querían era la empresa; era de esperarse, pero la noche anterior había dejado eso estipulado y si tenia como proteger la empresa.

-¿A dónde propones llevarme?-

- Playmounth-

-¿Qué hay allí?- seguía mirándolo mientras le acariciaba el cabello, más para serenarme yo que él.

-Hace un par de años compre una casa allí-

-¿No te parece que podrían encontrarnos si nos investigan?- Mientras seguí mi caricia lenta, mi mente iba a toda velocidad.

-no te preocupes, esa casa esta a nombre de un amigo, cuando la compre lo hice con el propósito de tener un lugar seguro- Explico con tranquilidad.


-Quien es ese amigo- Mis preguntas parecían desconfianza, pero no quería poner en peligro absolutamente a nadie mas.

-No debería decírtelo, es…confidencial- viro ligeramente su cuerpo para quedar a mi altura y así poderme mirar mejor.

-Si no me dices no podré ir, confidencial no es precisamente una palabra adecuada entre nosotros dos no te parece- Lo mire con las cejas alzadas para que comprendiera mi punto y el pareció darse por vencido. Realmente no era lógico guardar un secreto cuando yo estaba más que bajo su protección.

-Bien, pero dame un papel, lo escribiré allí-

-¿Por qué escribirlo?- Pregunte desorientada.

-Solo dame un papel y algo donde apoyar-Me incorpore en la cama y fue hasta la cómoda donde guardaba algún material de oficina, saque un cuadernillo y un lápiz, luego volví para ayudarlo a sentarse.

Si bien el atentado del día no había sido grave para él, el dolor que le sigue a los golpes de las balas es parecido al que da a la mañana siguiente de una intensa sesión de abdominales.

Ron tomo el papel y escribió por en el papel por un par de minutos y luego me tendió la nota.

-No leas en voz alta- Siguiendo su recomendación me apresure a leer.

La casa esta a nombre de Remus Lupin, mi ex comandante en el equipo especial, se convirtió en alguien importante para mí luego del accidente. Ahora ésta destacado en un puesto de inteligencia del MI6, por eso no debería decirte nada…Quema el papel.

Rápidamente busque un encendedor y luego de colocar el papel en la llama deje que fuese consumido en el bote de basura.
-¿Por qué hiciste eso aquí, pensé que se habían asegurado de que no hay micrófonos?- Le pregunte en un susurro cerca del oído.

-Simple precaución y más con esa información tan  delicada, te digo que me podrían meter preso a mí por decirte y a él por decirme- Reímos ante el peligroso juego de palabras y nos miramos por un instante teniendo clara la decisión.

-¿Cuándo?-

-Lo mejor seria mañana o mas tardar pasado mañana, pero durante el tiempo que eso pase no podrás salir de la casa-Asentí comprometiéndome de inmediato y luego lo abrace.

-¿Cuándo me darás un beso?- su susurro casi al lado de mis labios me descoloco por completo , sin embargo mas que la ida inminente a Playmounth, muchas otras decisiones ya estaban tomadas, y algunas ejecutadas, sentía cada vez mas que no podría sobrevivir a todo, y por mas que Ron fuese lo mas cercano a un ángel en la tierra, era un hombre y no pensaba arriesgarlo, ni a él, ni a nadie mas,  me querían a mi, y a la empresa…Y no les pondría difícil el tenerme a mi, pero si todo lo demás.

-Te daré un beso y todo lo que tu quieras si llegamos sanos y salvos- Le prometí segura.

Su mirada de asombro se hizo presente y sonrió.

-Entonces has tus maletas nos vamos ya- Sonreí ante la broma pero cuando vi que se levantaba de la cama con dificultad y daba el marcado rápido de su celular supe que no era una broma. Él solo había esperado mi aprobación, pero ya la operación estaba más que en pie.


***

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